EXPOSICIÓN IÑAKI GARCÍA ERGÜIN EN LA SALA ONDARE
27/04/2015 - 30/05/2015
La presente exposición antológica del pintor bilbaíno Iñaki García Ergüin propone un recorrido a lo largo de sus 56 años de fecunda creación artística, que va desde la primera acuarela pintada con 14 años de edad, hasta obras recientes de plena madurez artística, que nos permite descubrir la evolución formal y temática del artista, a través de las 80 obras de que consta.
A la entrada de la sala hallaremos obras representativas de su etapa de formación, pintadas del natural o en el estudio con clara influencia de su maestro Lorenzo Solís, que culminan con la beca otorgada por Iberduero S. A. para estudiar en Munich a comienzos de los Sesenta. En la siguiente sala comprobaremos los progresos de García Ergüin en los paisajes pintados en el campo o en el estudio sobre apuntes del natural, hasta su consolidación como artista completo con un estilo propio, manifestado a través de retratos y paisajes volcados sobre grandes formatos, todavía dentro de la misma década.
El resto de salas están destinadas a reflejar sus “series temáticas” más celebradas: las pinturas negras del Jazz de Nueva Orleans y los cuadros de deportes vascos, a los que cabría añadir la serie pintada por encargo del Athletic Club de Bilbao, no representada en la exposición; sus infinitos “Toledo”, tema fetiche del pintor bilbaíno, aún inacabado; los puertos pesqueros vascos ; las vistas urbanas de Bilbao; los grandes cielos y abiertas playas, donde subyace la espiritualidad íntima del artista; las grandes escenografías operísticas, Carmen, La Bohème y Manón, que llevó a efecto en la década de los Noventa, con un guiño a su aportación a la temática taurina; para finalizar con la pintura abstracta que Ergüin denomina “Espacios”, donde hay un obsesivo proceso de investigación sobre procedimientos, soportes y materiales, con excelentes resultados plásticos.
La contemplación de las obras, mostradas de forma cronológica, nos permite conocer el crecimiento del artista, desde sus inicios como pintor de caballete, con óleo y pinceles, hasta sus grandes formatos con técnicas mixtas, pintados con enormes brochas, e incluso con sus propias manos. Podemos observar la transformación de sus temas, desde una pintura realista de corte postcubista, hasta bien entrados los Setenta, seguida de un expresionismo figurativo, que dará paso a la pintura informalista de finales de los Noventa. También nos es dado contemplar su evolución cromática, que se inicia con una paleta terrosa y recia, desciende hasta los negros tenebrosos, asciende al máximo esplendor colorista de los rojos, carmines y amarillos en sus escenografías, para contenerse en sus cielos, playas y espacios, donde muestra un refinamiento abstracto cargado de gran lirismo.
Cada obra expuesta va acompañada de una pequeña ficha técnica que informa al visitante de datos claves para conocer la evolución que comentamos: el año en que fue pintada, la técnica y soporte utilizados, las dimensiones y el título de la pintura.
