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Canteras de Andrabide

Gautegiz Arteaga - Instalaciones industriales - Canteras

Entre los municipios de Ereño y Gauteguiz-Arteaga se localizan una serie de antiguas canteras en la que se ha extraído la variedad de piedra Rojo Ereño o Rojo Bilbao. La tonalidad roja se debe a la impregnación de un óxido de hierro en los sedimentos. Estos yacimientos fueron localizados hace 2000 años, en época del Imperio Romano y es en ese período cuando se inició su extracción para uso decorativo y soporte epigráfico. Durante la Edad Media y Moderna la extracción se continúa con sacadores y desbastadores. Ya en época contemporánea la importancia del mármol trascendió la frontera de Bizkaia, llegando a Italia y a Norteamérica. La última fase de explotación se desarrolló entre 1968 y 1989.

 

Créditos

Texto: Iñaki Pereda Fotografías: Aixeder

Acceso

Se encuentran en la carretera Gernika-Lekeitio tras pasar el alto de Muruetagana, en el límite del municipio de Ereño.

Horario

Se encuentran abandonadas y sin limitación en cuanto a su acceso.

Localización

Barrio Andrabide.

Información

Entre los municipios de Ereño y Gauteguiz-Arteaga se localizan una serie de antiguas canteras como las de Azarraga o Atzarraga, Atxoste o Jaime..., en las que se ha extraído la variedad que comercialmente se denomina Rojo Ereño o Rojo Bilbao. En realidad se trata de un tipo de roca caliza arrecifal recristalizada que contiene abundantes restos de corales, moluscos, etc. Es el resultado de una sedimentación sobre el fondo de los mares que cubrían el territorio en el cretácico inferior (hace entre 145 y 65 millones de años). La tonalidad roja es debida a la impregnación de un óxido de hierro en los sedimentos.

Estos yacimientos fueron localizados al menos hace 2000 años, en época del Imperio Romano y es en ese período cuando se inició su extracción. Prueba de ello son dos aras funerarias del s. I y II localizadas en el yacimiento de Forua y que fueron talladas en dicho material. Su comercialización en este período debió de ser más amplia, rebasando el marco local. Hay constancia de su utilización en territorio de Araba, en concreto en el yacimiento de Arcaia o en la ciudad romana de Veleia (Iruña de Oca). El objeto de la profusa explotación de este tipo de material era principalmente decorativo, como aplacado para los edificios de buen porte, pero sin olvidar su utilización como soporte epigráfico.

En las edades Media y Moderna no se interrumpió la extracción. En estas épocas preindustriales, según J.A. Barrio Loza, los trabajos de extracción serían realizados por sacadores, personas con algunos conocimientos mecánicos de no muy difícil aprendizaje, en muchos casos labriegos que combinaban el trabajo agrícola con el canteril 1 . Hasta el siglo XVIII la extracción se realizaba utilizando cuñas y mazas de diversos tipos, picos y barras a modo de palancas. Los desbastadores (en algunos casos los mismos sacadores), darían formas aproximadas a las piedras en la misma cantera antes de ser enviadas a la obra. La dedicación a esta actividad motivó el surgimiento en la zona de excelentes canteros.

En época contemporánea la importancia de este mármol trascendió las fronteras del territorio de Bizkaia, llegando incluso a Italia y Norteamérica. En el s. XIX comentaba Delmás que las canteras estaban agotadas por la prolongada y abusiva explotación a la que estaban sometidas desde hacía muchotiempo. Pero la actividad continuó. En 1897 hay noticias documentales de la explotación de dos canteras por Pedro Aldecocea y Juan Manuel Elordi. Hacia 1922 se cita como propietarios de las canteras de mármol rojo a Miguel Ángel Aidecoa, Ramón Cenicacelaya, Domingo Urrutia y Mármoles del Norte de España, S.A. La de Atxoste (en Andrabide-buru, Ereño) se explotó entre 1947 y 1974 por los hermanos Aldecocea.

La cantera de Azarraga o Atzarraga se sitúa en el paraje de Andrabide, así llamado por el nombre de un antiguo caserío en el término municipal de Gauteguiz-Arteaga. La encontramos documentada en 1890 y la última fase de explotación más intensiva se desarrolló entre 1968 y 1989 por Marmolería Bilbaína, S.L .

En estas épocas recientes del siglo XX la extracción se realizaba en Atzarraga de forma mecanizada mediante la aplicación del aserrado con hilo helicoidal. Se trataba de un cordón trenzado de varios hilos de acero guiado mediante poleas, una de ellas motriz. El paso continuo del cable arrastrado por un motor eléctrico cortaba el filón horizontalmente. Posteriormente, un martillo perforador realizaba perforaciones creando los huecos donde se situarían los detonantes. Se obtenían así planos de corte verticales y, en consecuencia, los bloques rectangulares marmóreos.

En esta cantera no se llegaron a emplear los métodos más modernos de corte como cables diamantados y grandes motosierras. Todavía se conservan en ella la caseta de compresores, la caseta del grupo motriz para accionamiento del cable helicoidal y el edificio de criba con elevador de cangilones.

Pero en especial los cortes espectaculares de Atzarraga nos recuerdan la importancia de esta actividad que ha llenado nuestro patrimonio arquitectónico con una producción inconfundible que podemos rastrear fácilmente. Es un tipo de piedra que por su gran valor ornamental ha sido empleada con diversas funciones. Se la puede localizar como pila bautismal en infinidad de iglesias (en Lekeitio, Ereño, Zenarruza,...), como apero agrícola o alperrarria, como elemento decorativo en fuentes (la del Arenal de Bilbao, Iturribide,...), en palacios como el Castillo de Arteaga, el teatro Arriaga o la Sociedad Bilbaína de Bilbao. Se observa además en molduras, líneas de impostas, capiteles y sillares esquineros de abundantes edificios de nuestro entorno.

A pesar de que en la actualidad no se explota sistemáticamente, este mármol es conocido mundialmente y aparece en catálogos de diversas empresas.

1 BARRIO, J.A. y. MOYA, J.G.: “El modo vasco de producción arquitectónica en los S.XVI-XVIII”. En KOBIE Nº10.Bilbao, 1980. P.294.
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